LOS TRABAJADORES ESTÁN OBLIGADOS
A ENTRAR EN LA LUCHA DE CLASES
Virgilio Angel Galeano
10 de agosto de 2014 a las 19:15 ·
Los trabajadores miden en cada acción de lucha, la diferencia entre el reclamo de la nueva conducción y la respuesta a sus necesidades básicas, expresadas en el sueldo, la base de la supervivencia. Se les presenta la contradicción de tener que reclamar el valor de un salario injusto y recibir a cambio represiones, amenazas y el agravio del desempleo.
La patronal a convertido el derecho laboral, el trabajo y el sueldo en un repetido grito de rabia y de odio. Donde todo debe resolverse en el campo de batalla, donde los activistas y los delegados se transforman en comandantes para librar una guerra en los juzgados, en los despachos y secretarias de trabajo, en las calles, reclamando ante el abuso patronal y la insensibilidad de los funcionarios del ministerio de trabajo.
Frente al absurdo de una sociedad enferma de “realismo mágico”, el hombre de trabajo necesita un “tiempo” para comprender y aceptar a la nueva dirección sindical. Necesitan verla, sentirla foguearse y afirmarse a través de la lucha de todos los días y que perdure a través del tiempo sin decaimientos y sostener la capacidad para resolver los conflictos que se presentan a cada momento.
NO HAY NUEVAS CONDUCCIONES SIN CONFLICTOS
El conflicto y la lucha son las únicas razones para el surgimiento de las nuevas conducciones en el seno de la clase trabajadora. Sin conflicto no hay lucha. Se conjugan aquí, “causa y efecto”, una combinación explosiva de dos elementos de alta combustión interna y la razón por la cual los trabajadores están obligados a entrar poco a poco en la lucha. Sin embargo la lucha en si misma no produce los elementos para crear los miembros de la nueva dirección obrera.
Es necesaria la aparición de los hombres y mujeres pensantes, totalmente decididos en medio del conflicto y de los miembros de la vigilancia y seguridad privada.
Esta lucha y los trabajadores van delineando los dirigentes, del mismo modo que la herramienta se construye y se afina con paciencia de artesano.
El taller de trabajo es la movilización, la huelga, la protesta y el reclamo permanente, la denuncia y toda clase de acciones producidas por la capacidad y la inventiva del dirigente, hasta concluir en simbiosis entre las bases y sus conducciones.
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